lunes, 27 de abril de 2015

GINEBRA, CAPITAL DE ESPAÑA


Lo que ocurre en España es de traca, incomprensible que se tolere en un país mínimamente democrático. Con la excusa de la manoseada crisis, los de siempre engordan sus cuentas corrientes con cifras de escándalo y la mayoría de la ciudadanía haciendo juegos malabares para poder llegar a fin de mes porque su salario, si es que se tiene, no puede alargarse más. Pero dicen algunos que la recuperación se ha hecho "carne", anida entre nosotros y que somos un ejemplo a seguir por otros que siguen en el pozo.

Algunos de los patriotas evasores que tienen sus cuentas en Suiza o en algún paraíso fiscal aparecen  con cuentagotas en la escena española, para dar una imagen de persecución del fraude en vísperas electorales. Según el jefecillo de la Agencia Tributaria en los bancos de Ginebra están a buen recaudo más de 20.000 millones de euros, de esos padres de la patria; unos cuantos miles de millones más parece ser que están en Andorra, y una cantidad indeterminada duerme silenciosamente en las Islas Caimán y sus cercanías. La metástasis del saqueo es tan intensa, que ya no se puede ni cortar por lo sano. Los remiendos y parches se deshilachan ante tanta tropelía de los que hasta hace muy poco eran los ejemplos a seguir y los padres del milagro económico español.

La detención interina y a tiempo parcial de Rato, sin que haya un ingreso en prisión, pone de manifiesto que todos los españoles y españolas no somos iguales ante la ley. Varios delitos fiscales, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales es lo que se le imputa al exvicepresidente del gobierno de Aznar. Por muchísimo menos, otras personas han dado con sus huesos en la trena, dado que no tienen ni padrinos, ni partido que les cubra las espaldas. Los inteligentes, los que velan por nuestros intereses, los auténticos salvadores son los que tienen su capital en Ginebra, son aquellos que tienen la bandera de España en su pulsera y la de Suiza en su billetera; los demás somos unos pringaos que nos quejamos sin razón y no nos enteramos de la recuperación de nuestro país, donde unos míseros contratos precarios demuestran que el agua ya no nos llega al cuello, ahora está por encima de nuestras narices.

Nosotros tenemos una gran duda existencial, pues no sabemos si abrir una cuenta en Suiza con nuestros ahorrillos, sin que se entere nadie, o reconducir nuestra labor docente para convertirnos en asesores orales de alguna empresa. Todo indica que por aquí se gana el futuro,  y lo que mola es tener la pasta en Ginebra o asesorar a empresas de obra pública, lo demás son chorradas que a nada conducen. Las cuentas son muy claras, Trillo ha obtenido por su asesoría verbal, por unos informes de alto calado, el dinero equivalente al salario de un profesor trabajando durante diez años. Por lo tanto no hay color, las dudas están despejadas. ¿O no?

Deseamos dormir tranquilos y la conclusión es que no queremos ser comisionistas de ninguna empresa que trabaje para el sector público, ni tampoco deseamos aparecer en una nueva lista de Falciani, lo que preferimos es seguir haciendo pensar a nuestros alumnos y alumnas, para que la honradez y la ética presidan sus comportamientos diarios, para que no se equivoquen y crean que Ginebra es la capital de España, para que su espíritu crítico valore lo que está ocurriendo con estos ladrones protegidos.

Estamos a menos de un mes de las elecciones autonómicas y municipales, es la ocasión para que las urnas se llenen de votos contra estos saqueadores. El 24 de mayo será el principio del fin, la ciudadanía tendrá memoria y cuando se abran las urnas se les empezará a acabar el chollo. Entonces nuestra alegría  rebosará, la “repera patatera” será trasparencia, justicia y alternativas.

¡A por ellos!






*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.

martes, 21 de abril de 2015

UNA MIERDA DE ARTÍCULO



Os lo vamos a poner fácil. En comentarios bastará con que pongáis: ¡ya lo decíais en el título! Para vosotros y vosotras más cómodo, y para nosotros nos valdrá el ¡ya os lo habíamos avisado! Realmente este artículo no os merecerá la pena leerlo, supondrá una pérdida de vuestro preciado tiempo. ¿Por qué? Bueno, ahí sí que la cosa queda complicada de explicar.

No creemos que esto interese mucho porque por ejemplo, vamos a rendir un pequeño homenaje a Moncho Alpuente, recientemente fallecido. Así, la imagen del artículo, no supone un encarnizamiento con la figura de don Felipe, de quien ya habláramos junto con Aznar la semana pasada. Se trata de la portada de un disco de Moncho Alpuente, quien recupera la imagen de un sello de peseta de Franco, para crear paralelismos con el sr. González. Corría el año 88. ¡Rescatar la imagen de Franco! ¡Por dios! ¿A quién le podría interesar eso? Pensemos: No da votos.

Y así le fue al bueno de Moncho, un anarco de pleno convencimiento cargado de inteligente y sarcástica chispa, que no se casó nunca con nadie y al que las zancadillas no le faltaron en su carrera. En 1969 (los más avezados/as caerán en la cuenta de que es justo después del 68), en pleno tardofranquismo fundó "Las madres del cordero", provocadores y divertidos como pocos. Luego llegó con “Desde Santurce a Bilbao Blues Band" y "Moncho Alpuente y los Kwai". Inolvidables sus huérfanos, sus hombres del 600 y la versión punkie del “Al vent” de Raimon. Se dice que le puso nombre a “la movida”. Anterior y de peores tiempos que el Gran Wyoming, hizo varios proyectos con él, entre otros, una actualización del NODO para un programa de Miguel Ríos. Afirmaba que estaba preparando "Franco, el musical", en verso. Pero bueno, eso seguramente no tendría interés para casi nadie, no daría votos (hablar de heridas sociales abiertas, de personas homenajeadas mientras otras eran saqueadas, asesinadas y abandonadas en las cunetas, no es estéticamente correcto).

Tampoco seguramente daría votos ni tiene interés alguno cuanto proponía Eduardo Galeano. Eduardo, un prolífico periodista, escritor y pensador, autor de innumerables perlas, que ha pasado a la historia como el autor de una que no es suya. La historia completa es la siguiente: Estaba Galeano con Fernando Birri, un amigo cineasta argentino, en un foro de estudiantes en Cartagena de Indias. Birri habló de la utopía y un joven preguntó a Fernando que para qué servía eso de la utopía. Tras reflexionar brevemente, le contestó: “¿para qué sirve la utopía?, esta es una pregunta que yo me hago todos los días, yo también me pregunto para qué sirve la utopía. Y suelo pensar que la utopía está en el horizonte y entonces si yo ando diez pasos la utopía se aleja diez pasos, y si yo ando veinte pasos la utopía se coloca veinte pasos más allá; por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar”. Galeano quedó tan impresionado de la metáfora, que citando siempre a Birri, la usó en innumerables ocasiones. Galeano, a quien también rendimos homenaje por su reciente fallecimiento, es el autor de “Las venas abiertas de América Latina”, un libro imprescindible para comprender cómo funciona el imperialismo yanqui (entre otros) y el por qué de la miseria de la América no anglosajona. Pero bueno todo esto carece del más mínimo interés, no interesa a nadie, invita a reflexionar, a debatir durante un tiempo, y se pierde tiempo sin enviar mensajes maquetados y encorsetados que ganan votos. Galeano fue finalmente, un caminante hacia el horizonte, un defensor de la utopía, como esa utopía en que se ha convertido en España alcanzar la República

…¿La República? ¿Veis como renglón a renglón se confirma lo anunciado? Pero estando en Abril, no podíamos pasar sin rendir un último y pequeño homenaje a la República. Que sí, que ya, que no interesa a nadie y no da votos, pero nosotros, pertinaces como Julio Anguita, compartimos con él que “república es democracia y democracia es república. Y república también es un estado garantista, que tome la carta de derechos humanos como referencia. El problema no es que alcancemos una república formal, sino qué tipo de república”.

En fin, si es que alguien ha osado llegar hasta aquí, nuestras disculpas por hablar de cosas banales, que no interesan. Al menos no diréis que no habíamos avisado…cosas sin interés…una mierda de artículo, vamos.





El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.

miércoles, 15 de abril de 2015

CONJUNCIÓN PLANETARIA EN EL LADO OSCURO DEL UNIVERSO



Por si alguien no se había enterado, la semana pasada se produjo en Panamá una conjunción planetaria, que diría Leire Pajín. En efecto, el planeta González y el planeta Aznar coincidieron en la VII Cumbre de las Américas, que se celebra en aquel país centroamericano, y firmaron al alimón una declaración que denuncia “graves alteraciones democráticas y constitucionales” en Venezuela. El ex presidente colombiano Andrés Pastrana afirmó que hasta entonces “solo habían firmado juntos en el registro de algún hotel”. Pero se equivoca. Se equivoca de cabo a rabo. Nuestros insufribles planetitas llevan décadas suscribiendo un mismo modelo de sociedad. No es que firmen juntos en los registros de los hoteles, es que comparten lecho. Pensando en nuestros lectores más jóvenes, recordaremos algunos detalles de la trayectoria personal de estos dos sujetos.

            Ambos han utilizado descaradamente la mentira como herramienta política. González mintió cuando defendió el no a la OTAN a sabiendas de que su primera acción de gobierno sería meternos en esa organización militar. Aznar mintió como un lorito que repite consignas cuando afirmó que sabía de buena tinta que Irak tenía armas de destrucción masiva.

            Ambos se han pasado los derechos humanos que alegan defender por el forro de sus galones. En el entorno del gobierno de González se creó el GAL; para quien no lo recuerde, un grupo terrorista financiado desde el Ministerio del Interior a partir de la idea de que al estado “también se le defiende en las cloacas”. Aznar patrocinó, contradiciendo los dictámenes de la ONU, la Segunda Guerra del Golfo, en la que ha muerto más de un millón de personas y que ha provocado el colapso político, económico y social de toda aquella región.

            Ambos han visto crecer en su entorno toda una floresta de corruptelas que ha afectado a las más diversas instancias de la estructura del estado. La lista sería interminable. En tiempos de González, los casos Filesa, Juan Guerra, Luis Roldán, Mariano Rubio, Aída Álvarez  o el mismo caso de desvío de fondos reservados al GAL… son sólo algunos de los algunos jalones más conocidos de lo que en su época se denominó “cultura del pelotazo”, que Solchaga, Ministro de Economía, definió perfectamente al afirmar que “España es el país donde se puede ganar más dinero a corto plazo de toda Europa”. Por lo que respecta a Aznar, baste decir que la mayoría de los asistentes a la pantagruélica boda de su hija en el monasterio de El Escorial (¿dónde, si no, se iba a casar la nena de un emperadorcito?) está imputada o directamente en la cárcel. Ah, y ambos se han hecho millonarios cobrando una pasta gansa de las mismas empresas (González de Gas Natural y Aznar de Endesa) que ellos mismos privatizaron.

            Estos son los que se atreven a dar consejos de democracia y derechos humanos al gobierno de Venezuela. Pero lo más estupefaciente del asunto es que González es súper amigo, o sea, pero que súper amigo, del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, que en 1989, ante las protestas del pueblo motivadas por los recortes impuestos por el FMI, no dudó en ordenar una represión policial que causó entre 300 y 2000 muertos. Es lo que se conoce como el Caracazo. Fueron tantos los muertos y desaparecidos que ni se sabe el número exacto. Huelga decir que González no suscribió ninguna declaración al respecto.  Por su parte, ese fervoroso adalid de la democracia llamado Aznar no tuvo ninguna pega en apoyar el golpe de estado contra Hugo Chávez en 2002.

            Y este, jóvenes lectores, es el oscuro universo político y social de estas dos tipos. Nosotros no creemos en la astrología, o sea, en la influencia de los cuerpos celestes en la salud o el humor de las personas. Pero cada vez que vemos en acción a estas dos estrellas de la hipocresía, a estos dos satélites patéticos del imperialismo estadounidense, la verdad es que inmediatamente nos entran ganas de vomitar.

            Por cierto, se nos olvidaba, mañana es 14 de abril. ¡Pues que viva la república, pijo! ¡A por la tercera!








* El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.

miércoles, 8 de abril de 2015

Vía Crucis Popular



Dios, a pesar de su omnipresencia y omnipotencia, llevaba una Semana Santa de locura. Se las veía y deseaba para atender a todas las peripecias por las que estaban pasando los pasos más populares. Dios, a pesar de que estos días sufría atribulado por la suerte de su Hijo, no tenía tiempo para Jesucristo: toda, toda, toda su atención estaba con los populares, que sufrían con pánico creciente la inexorable llegada de las elecciones municipales, autonómicas y generales.

Estaba la pobre penitente de Mariadolores Ladelapeineta, que iba de paso en paso con cara de Dolorosa intentando dar ánimos a todos los costaleros. “Ánimo”, les decía, “tened fe, que ya queda poco paras las elecciones, y con suerte ninguno irá a la cárcel antes de noviembre”. Ellos, enjugando las lágrimas bajo los capirotes de nazareno, apretaban los dientes: “fe, hay que tener fe”. Pero, de repente, recordaban que Moreno Bonilla, su candidato andaluz, a pesar de ser devoto de la cofradía de las Fusionadas, se había pegado la costalada padre, y todos echaban a temblar. Fusionadas, Preferentes, Diferidas, Gurteladas, Púnicas, Simuladas… todas las cofradías cargaban penas secretas, penas en B que solo Dios conocía.

Soportando el peso de los pecados que ellos mismos, durante años, habían acumulado con avaricia, codicia y mentira, algunos costaleros populares sufrían alucinaciones, y cuando musitaban “Señor, ¿por qué nos has abandonado?”, veían aparecerse a Dios con su barbita pero con gafas, hablándoles desde una pantalla de plasma, diciendo unas veces “tranquilos hijos míos, todo es mentira salvo alguna cosa”, y añadiendo otras “aguanta Luis”. Y todos, vigorizados, se decían a una “aguanta Luis, aguanta,… no lo cuentes, no seas ca…” prrrrrrrón, prrrrrrrón, prrrrrrrón-pón-pón, retumbaban los tambores, despertando a los bebés del vecindario, multiplicando las demandas de un “procesionódromo” más allá de Campollano.

Dando por perdido el paso de Valencia, cuyos ninots estaban carcomidos por la caloret del euret, uno de los pasos que más preocupaba a Dios era el de Madrid, porque daba unos bandazos tremendos, de acera a acera, atropellando a los creyentes: “apartar y apartar, que os dejáis atropellar, solo pá fastidiar“, se oía cantar a la saetera rubia Laesperanza, que guiaba el paso como un fórmula uno. Laesperanza, además, aprovechaba cada cruce con Mariadolores para echarle la zancadilla, topaba con otros pasos populares y no se persignaba al pasar por delante del Santo Plasma (o Ectoplasma). Un desastre.

El momento álgido de tanta pasión fue el del Encuentro, cuando todos los pasos populares se reunieron en la puerta de la Prisión, aunque sin los trajes que lucían en la boda de la hija de Aznar. Allí redoblaron y retumbaron todos los ayes, los quejíos, los tambores, los sacos llenos de euros, las bolsas B escondidas debajo de las tallas barrocas… Todos, siguiendo esa tradición tan conforme al derecho más civilizado, esperaban ser elegidos para el indulto por una Cofradía iluminada por Dios. Pero la Cofradía les denegó el indulto a todos: “esperad, por lo menos, a que se pruebe lo que ya se sabe, que en verdad merecéis ser condenados”. Bajaron la cabeza, abatidos, negaron tres y mil veces su culpa, y dirigieron una última mirada suplicante al Santo Plasma…y, Él, por fin, les habló con claridad: “Os lo diré, como los Papas, en Latín: todo esto es very dificult y tal…”. Y sin más el Plasma, pagado en B, se apagó con un chisporroteo. El Vía Crucis hacia las elecciones se extendía amargo, infinito, ante ellos. Prrrrrrrón, retumbaron los tambores, y los populares arrastraron los pies hacia su destino final.






*El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez